Niños de 8 años publican estudio sobre abejas en revista científica


Para muchos investigadores es un desafío llegar a ser publicados por revistas científicas especializadas. Ahora, un grupo de niños de entre 8 y 10 años lo ha logrado, gracias a un estudio sobre abejas que realizaron con un profesor en clase.

La revista es Biology Letters, que forma parte del grupo inglés Royal Society. El descubrimiento: que las abejas pueden ser entrenadas para reconocer patrones de colores.

“Descubrimos que las abejas pueden usar una combinación de color y relación espacial para decidir qué flores buscar”, escribieron los niños en el abstract del paper. “También descubrimos que la ciencia es genial y divertida porque haces cosas que nadie ha hecho antes”, agregaron.

La idea era investigar si las abejas podían usar el color y el espacio para determinar qué flores tenían néctar en ellas, y cuáles no. La pregunta es importante para la vida de las abejas: si una flor no tiene néctar o una abeja ya la “cosechó”, las abejas deberían aprender a evitarlas. “Es como un puzzle”, indicaron los niños.

Royal Society indicó que el área había sido poco investigada y que el descubrimiento de los niños es un “genuino avance” en la materia.

El profesor a cargo fue Beau Lotto, un neurocientífico del University College de Londres. Lotto detalló la descripción de los métodos utilizados y las conclusiones del estudio, a partir de las discusiones que condujo con los niños. El paper incluye citas a la forma en que los niños hablan y gráficos hechos a mano pintados con lápices de colores.

“El trabajo científico real está lleno de incertidumbre – eso lo hace tan emocionante – pero creo que es lo que falta en la educación, donde la materia es presentada como una serie de datos aburridos y certeros”, explicó Lotto.

Algunos de los estudiantes ahora quieren ser científicos cuando sean grandes, aunque otros todavía quieren ser jugadores de fútbol o estrellas de rock. Pero eso está bien. “Si no son científicos después, eso no importa mucho. La esperanza es que este tipo de programas no sólo cree datos e información y pequeños científicos. Estar incómodos con la incertidumbre, estar emocionados de no saber – eso es lo que estamos tratando de fomentar a través de la ciencia”, dice Lotto.

El experimento

Los estudiantes crearon un tablero que instalaron en un criadero de abejas cerca de la escuela, en el que había una serie de puzzles para que las abejas resolvieran. Los estudiantes pusieron varios círculos amarillos y azules arreglados de modo que en la mitad de los casos había cuatro círculos azules rodeando 12 círculos amarillos, y en la otra mitad había cuatro círculos amarillos rodeando 12 azules. Sólo los círculos centrales tenían néctar.

Después de probar una vez (en la que la mayoría de las abejas eligió los círculos con néctar), se retiró el jugo para ver si las abejas elegirían las mismas flores otra vez, aún si no había néctar. Las abejas eligieron correctamente en el 90,6% de los casos.

Luego, se diseñaron pruebas de control para entender cómo las abejas aprendieron a elegir correctamente.

Según comentaron dos científicos, LT Maloney y NH de Ibarra, los experimentos de los niños fueron “modestos en alcance pero inteligente y correctamente diseñados y ejecutados con buenos controles”.

“No tienen análisis estadístico ni discusión de trabajos experimentales previos, pero se sostienen bien entre experimentos llevados a cabo por especialistas altamente entrenados”, indicaron los científicos.

Comentarios